Capitulo 1: Recuerdos

Era una mañana fría de 1978, hay estaba yo sentada junto a la orilla del mar, escuchando el sonido relajante de las primeras olas de la mañana, miraba hacia el cielo y me preguntaba si algún día podría volar igual que las aves o si podría nadar y gozar del mar igual que un delfín, tantas cosas imposibles pasaban por mi mente, que para una chica de 17 no eran normales me encantaba soñar, de pronto una voz me despertó de mi infinito sueño…
- en que piensas?- era natalia mi fiel amiga, mi gran compañera de la infancia, la niña que me acompañaba siempre, ella era mi amiga desde los siete años, los conocimos en el orfanato a donde a mí me avían trasferido luego de perder a mis padres en un trágico accidente, recuerdo que me molestaban a me insultaban las demás niñas… hasta que un día ella interfirió diciendo ¡Acaso no pueden dejarla en paz! Ganándose delante de mi y ocultando todo el dolor y las lágrimas que salían de mis ojos, en ese momento sentí un alivio en mi corazón, sentí sus sentimientos sobre protectores que me llenaron de impresión, ella me miro hacia atrás y con una gran sonrisa me dijo:
-Tranquila no dejare que nadie te siga haciendo daño- una leve sonrisa abría brotado de mi ser y en ese momento me di cuenta que esa niña de solo nueve años me Avía sacado una sonrisa de la cual luchaba por salir contra mi dolor que tenia oculto, esa sonrisa que en años no florecía en mi y que tuve oculta durante mucho tiempo un impulso me íso abrazarla por la cintura y le dije al oído
-gracias!- ella me tomo de la mano y me llevo lejos de esas niñas que siempre me hacían daño física y psicológicamente. Me pregunto:- Como te llamas?
- Ángela- respondí yo dando un pequeño saltó y con una voz muy nerviosa
-tranquila no te Haré daño como las otra niñas- respondió ella con un gesto de ternura y una mirada de confianza- yo me llamo natalia y estoy haca desde que nací.
- yo e estado aquí dos años… desde los cinco - respondí con una voz quebrantada, no estaba acostumbra a hablar con niñas del orfanato de echo nunca había hablado con ni una.
Ella era mayor que yo por dos años pero eso no impedía que los quisiéramos como si fuésemos una sola persona , ella me protegía siempre de todo el mal había alrededor …
Un día decidimos escapar del orfanato ese lugar tan triste y lleno de reglas que los impedía ser libres y soñar con un lugar mejor… los escapamos en las oscuridad de la noche con mucho miedo que los pillara las encargadas de vigilar los pasillos a esa hora, ese lugar de verdad paresia una cárcel del que uno nunca se podía escapar. natalia siempre con esa chispa alegría y de pensamientos positivos me decía
- tranquila todo va a salir bien si seguimos el plan como lo acordamos solo hay que llegar al muro- decía ella con un tono de seguridad y muy tranquila y esa sonrisa que siempre me ayudaba a seguir
-Esto es una locura..-dije asiendo una pausa y en tono mas alto le dije - si los pillan que castigo los darán!-
-shhhhh!!!!- dijo ella con una carcajada bajista burlándose de mi cara de preocupación
Llegamos al fin al muro, era de casi tres metros. En el lado de nosotras era un mundo lleno soledad, lágrimas y la mayoría de recuerdos muy tristes, pero del otro los imaginábamos un mundo libre, lleno de alegría y sentimientos gratos que íbamos a encontrarnos, aun que eran dos mundo muy diferentes nosotras por Desgracia estábamos atrapadas en el peor de los dos, estábamos muy nerviosas las dos por que si por un momento llegaban a pillarnos seria el fin de nosotras los mandarías al sector C un sector donde Iban las niñas mas conflictivas un lugar de donde solo se entra pero jamás se sale de repente escuchamos un ruido…
- shhhhh! ¡escuchaste!- decía natalia con una cara de preocupación cosa que nunca pasaba ya que ella siempre tenia un plan para salir de todo los problemas
Quedamos con asombro esperando que aparecía por la oscuridad mientras nuestros corazones latían a mas no poder sentimos que nuestros corazones i van a explotar...